"El proceso de compras y fusiones continuará en el futuro y cambiará la imagen de nuestra industria"


Según Lars Gunnar Andersen, presidente de la Federación Europea del Parquet.

La industria europea del parquet se tienta la ropa cuando habla del futuro. Las vicisitudes que han registrado tanto las ventas como la trayectoria de muchos productores desde 2007 aconsejan valorar de forma prudente los resultados moderadamente positivos de estos últimos meses.

Lars Gunnar Andersen, Presidente de la FEP, elogia la capacidad de adaptación que ha demostrado la industria frente a todos los cambios del mercado. Y sigue defendiendo apasionadamente las cualidades y el futuro del parquet de genuina madera natural. Pero la asignatura pendiente continúa siendo hacer crecer «la tarta» del parquet europeo. Eso implica estimular y educar al consumidor europeo, cuya alta valoración del producto confirman todos los estudios, para que en el momento decisivo de realizar su compra elija parquet auténtico en lugar de una imitación.

 

Con la información de que usted dispone de estos primeros meses de 2016... ¿Se puede afirmar que el parquet europeo ha reencontrado la senda del crecimiento de las ventas, aunque sea modesto?

 

Hemos visto cómo el mercado se estabilizó el año pasado y parece que la actividad se está recuperando de nuevo en la mayor parte de Europa. El año empezó bien en muchos países. Con unas pocas excepciones, muchos fueron capaces de salir de la zona roja, de reducción de las ventas, durante el primer trimestre de 2016 en comparación con el mismo periodo del pasado año. Las cifras reportadas de ventas de parquet aún no son espectaculares, pero la tendencia se está convirtiendo, sin ninguna duda, en positiva.

 

¿Qué mercados europeos están registrando mejores resultados?

 

Lo cierto es que la mayoría de los países europeos reportaron un ligero crecimiento de entre el 1 y el 2%. La situación en Dinamarca era estable y Noruega y Suiza mostraron una ligera disminución en el consumo. La situación en Finlandia sigue siendo la más difícil entre los países europeos, con una reducción de entre el 5 y el 10% en las ventas de parquet. Para mí es muy satisfactorio que los países del sur de Europa, Francia, España e Italia, muestren una evolución positiva. Y, por ejemplo, España registra un crecimiento del 2% que implica un desarrollo más optimista de su mercado.

 

¿Puede considerarse ya superado el ciclo de caídas en el consumo de parquet en Europa, a consecuencia de la larga crisis económica y financiera?

 

La mejor descripción de la actual evolución y de los resultados de la industria europea de parquet se encuentra en las palabras proféticas del presidente norteamericano Barack Obama, quien hace algún tiempo
afirmó que «más allá de la larga oscuridad, un día luminoso llegará».

 

¿Cómo ha conseguido la industria europea del parquet adaptarse y superar esta etapa de problemas e incertidumbres socioeconómicos?

 

El año 2007 representó la cima de las ventas de parquet en Europa, pero desde entonces hemos sufrido un largo declive del mercado que ha durado siete años. En ese periodo solo un pequeño número de empresas han abandonado lo que yo llamo «el campo de batalla». Eso me permite afirmar que la industria europea del parquet es capaz de gestionar los tiempos difíciles a través del trabajo duro de sus líderes, la innovación, la creatividad y, por encima de todo, una verdadera confianza en el valor de la calidad y la singularidad de los productos que fabrica.

 

¿Cómo describiría el actual estado de la industria europea del parquet, después de estos años de fusiones, adquisiciones y deslocalizaciones?

 

Nuestra industria ha estado configurada tradicionalmente por empresas familiares, medianas y pequeñas. Desde mi punto de vista, las fusiones y adquisiciones que hemos visto en los últimos años han reforzado nuestra posición. Ahora tenemos jugadores más grandes y más poderosos en muchos aspectos. Esto es un hecho positivo que sin duda tendrá un impacto en la estrategia empresarial, el desarrollo de productos y su comercialización, beneficiando al conjunto del parquet europeo.

 

¿Cómo valora el comportamiento del mercado español del parquet en los últimos tiempos?

 

España ha sido un mercado importante para muchos productores europeos de parquet, por lo cual resulta estimulante observar que este mercado vuelve a mostrar indicios positivos. Pero el auge de la construcción de viviendas que se vivió hace diez o 15 años sigue siendo un problema. El stock de casas en venta en determinadas zonas del país sigue obstruyendo las nuevas construcciones, aunque poco a poco la situación está mejorando. A día de hoy, mientras la obra nueva se recupera poco a poco, el mercado de la renovación va a continuar siendo el segmento más prometedor del mercado español del parquet a corto y medio plazo.

 

La FEP ha estudiado a fondo por qué un producto tan bien valorado y deseado por el consumidor no consigue aumentar sus ventas y consolidar su posición frente a los pavimentos alternativos. ¿Cuáles son las principales conclusiones que han alcanzado?

 

Efectivamente, sabemos que el parquet, como expresión de un suelo de auténtica madera, a menudo copiado pero nunca igualado, tiene una gran potential de mercado y es muy deseado por los consumidores finales. Esa es la conclusión fundamental de los tres estudios sobre los consumidores europeos de pavimentos que hemos realizado hasta el momento. La conclusión más obvia para todos es que entre todos tenemos que hacer más grande el «pastel» del mercado del parquet, antes de pretender empezar a repartirnos las porciones. Este fue el transfondo de nuestra iniciativa Real Wood (madera auténtica) con sus campañas, logo, etc. No hemos sido capaces de sacar todos los beneficios de trabajar un producto realmente auténtico y natural, mientras que los fabricantes de suelos laminados y LVT han sido capaces de copiar tan bien la imagen y el aspecto de la madera que muchos consumidores creen que han adquirido parquet, cuando en realidad sólo han colocado en su casa una simple imitación.


Los fabricantes de suelos laminados y LVT son grandes compañías con unos presupuestos de marketing que nuestra industria sólo puede soñar. Y han sido inteligentes y agresivos en la promoción y comercialización de sus productos.

 

La FEP afirma que es necesario «educar» a los consumidores europeos para que conozcan mejor las cualidades del parquet, sus valores naturales y que su instalación añade valor a la vivienda. ¿Cómo esperan lograr este objetivo?

 

Promoviendo estos mensajes a través de diferentes iniciativas y por medio de un esfuerzo más amplio, centrado y sostenido en el tiempo dirigido a todos los niveles pertinentes del mercado. Es cierto que hemos de educar a los consumidores para que realmente sean capaces de decidir si lo que quieren llevar a su casa es el producto real o bien una imitación. Para ello deben entender completamente las múltiples ventajas y beneficios inherentes a un producto natural como es un suelo de madera auténtica.

 

En la FEP afirman que la industria del parquet debe encontrar un «puente estable» entre su posición tradicional en la construcción residencial y llegar a convertirse en un elemento indispensable en la decoración de interiores. ¿Qué significa esto?

 

Yo diría más bien que tenemos que construir ese puente. La decisión sobre la instalación de suelos de parquet, y en general sobre los pavimentos, a menudo sólo se toma al final del proceso de construcción, cuando el presupuesto para el proyecto se va agotando progresivamente. Por ese motivo debemos intentar elevar el parquet al nivel de un elemento de decoración interior plenamente reconocido e indispensable. El suelo debe tener un papel más destacado en el proceso de planificación aprovechando que la decoración y el diseño de interiores están creciendo en importancia.

 

¿Por qué la FEP no está a favor de la creación de una etiqueta ecológica específica para el parquet europeo?

 

No vemos una utilidad concreta en esta iniciativa de la Comisión Europea. Ya hay un buen número de otras etiquetas que están muy reconocidas en el mercado, como Blauer Engel o Nordic Swan, y no somos partidarios de una excesiva proliferación de etiquetas medioambientales, especialmente si el propósito que tienen detrás es la creación de un «sello de calidad». Por otra parte, lo que sin duda no necesitamos en la actualidad es otra carga innecesaria sobre los hombros de la industria europea del parquet.

 

Fuente: Revista Pavimentos y Revestimientos