TCM pone en marcha una filial en Marruecos


Taller de Carpintería de Madera, S.A. (TCM) ha reaccionado ante la complicada coyuntura del mercado interior ampliando su gama de productos tomando la representación del sistema italiano de cerramientos madera-aluminio UNIONE y abriendo una filial en Marruecos para dar sus primeros pasos en el exterior.

TCM ha sido seleccionada por UNIFORM como uno de los diez distribuidores españoles de su sistema de cerramiento madera-aluminio UNIONE.
“La ventana gusta muchísimo, porque a sus magníficas prestaciones técnicas se une un valor añadido en diseño que ha entrado muy bien por los ojos del consumidor –señala Oscar Taboada, gerente de Taller de Carpintería de Madera, S.A. y Presidente de la Asociación Española de Fabricantes de Ventanas de Madera y Mixtas Madera / Aluminio (ASOMA)-.”


¿Qué iniciativas está desarrollando TCM en el mercado exterior?


Lejos de nuestro nivel habitual de actividad en España, estamos desviando parte de nuestros recursos hacia afuera. El primer paso ha sido crear una empresa en Marruecos, una filial en el reino alauita, que se llama TCM Maroc. A punto de cumplir un año de actividad, nos dedicamos principalmente al estudio de aquel mercado, a la introducción de nuestra marca y productos y, por supuesto, a la captación de algunas operaciones y ejecución de los primeros proyectos.


¿Es el norte de África la salida natural para los fabricantes españoles de carpintería industrializada de madera?


Aunque se trata de un mercado desconocido, y nadie debe pensar que el norte de África es la panacea para resolver nuestros problemas en España, sí es cierto que las perspectivas son buenas, si hay paciencia y no se esperan objetivos a corto plazo. Todo indica que al norte de África llegan tiempos de expansión y crecimiento, pero es un país que se mueve en un entorno complicado, con varios vecinos que viven una situación política convulsa.


¿Vende TCM en Marruecos exclusivamente ventanas?


Aunque el cerramiento de madera es un producto importante para TCM, somos una carpintería industrial, y ofrecemos a nuestros clientes no sólo ventanas, sino también puertas, escaleras, frisos, revestimientos, armarios, es decir, cualquier producto relativo que tenga que ver con madera.


¿Habéis detectado que la forma de construir en Marruecos es muy diferente a la que conocemos en España?


Sí, el ritmo de ejecución de obra no tiene nada que ver en todos los aspectos de la obra; de hecho hemos iniciado la andadura con personal propio. Un poco por que el cliente perciba que no somos un proveedor oportunista sino un colaborador serio para emprender sus proyectos. Y también porque preferimos que las personas que instalen nuestros productos se fijen en los métodos y sistemas de TCM. Confiamos en que progresivamente se integrarán en nuestra estructura técnicos autóctonos de quienes podremos aprender.


¿Es la ventana de madera un producto exportable?


Depende mucho de cada país y de su forma de acometer la construcción y los cerramientos de los edificios. Sin duda existen numerosos países emergentes donde parece que es posible colocar nuestros productos, pero vender afuera requiere mucho esfuerzo, trabajo, información e inversión. Y también algo de suerte. Desgraciadamente, la mayoría de las empresas de nuestro sector están faltas de todo esto. La crisis nos ha debilitado y, a la vez, nos obliga a ir a la aventura con las fuerzas muy justas.


¿Entran también en España ventanas de madera?


No tenemos datos de que fabricante alguno introduzca ventanas de madera terminadas en nuestro país. Se trata de un producto muy técnico que requiere de un gran conocimiento y experiencia para su fabricación e instalación me consta.
Nuestra guerra está más con los proveedores de cerramientos de aluminio o pvc que con los importadores de ventanas de madera.


¿Cómo evoluciona el mercado español en este cuarto año de profunda crisis?


Con la situación económica que atravesamos en España está todo muy estancado. Los bancos han cerrado prácticamente todas las vías de financiación, y los industriales e instaladores no esperamos movimiento alguno hasta que se desprendan de la cartera de vivienda que tienen en sus inmobiliarias. Mientras todo esto no termine, es muy difícil, por no decir imposible, que el mercado de la construcción se vuelva a reactivar, al menos a un nivel normal. Hay pocas obras y mucha competencia, con lo cual las constructoras se aprovechan de la situación de necesidad de las carpinterías industriales. No nos queda otra opción que aguantar, resistir y tratar de subsistir, reduciendo los gastos a su mínima expresión.


¿Es la rehabilitación realmente una vía de escape para fabricantes e instaladores?


Es una buena opción. Además, los fabricantes de ventanas tenemos algunas ventajas, en base a las exigencias del Código Técnico de la Edificación, los incentivos y ayudas, los estímulos fiscales y el núcleo de los planes renove.


¿Está contribuyendo ASOMA, la Asociación Española de Fabricantes de Ventanas de Madera y mixtas que Vd. preside, a incrementar la cuota de mercado de esta tipología de cerramientos?


ASOMA está trabajando por acercar al prescriptor información acerca de las prestaciones de la ventana de madera. En un nivel de precio muy similar, estamos demostrando que son muchas las ventajas de los cerramientos de madera frente a la alternativa de pvc o aluminio, tanto en transmitancia térmica como en eficiencia energética. Sin obviar los beneficios medioambientales que comporta utilizar este material. Además, una nueva generación de barnices al agua garantiza por un tiempo medio de diez años que no es preciso aplicar mantenimiento alguno a los perfiles; basta con cuidar su limpieza regularmente, como haríamos con cualquier otro material.
A igualdad de precio, la ventana de madera es un tipo de cerramiento que gusta estéticamente mucho más que cualquier otro a los consumidores.