GRUPO BOIX ultima sus preparativos para salir al mercado del CLT

GRUPO BOIX ha participado este año en CONSTRUMAT, donde ha querido transmitir al sector que “ya están aquí”, presentando su proyecto de producción de madera contralaminada (CLT). El proyecto se fundamenta en la experiencia histórica de BOIX en el sector de la madera, su conocimiento profundo del monte y el aserrado, y una apuesta estratégica por el servicio y la madera de proximidad como elementos diferenciadores. La decisión de invertir en la producción de CLT se basa en un análisis de mercado que identifica un déficit de oferta nacional y sostenible de este material para realizar estructuras de edificios, y en la aptitud técnica de la madera local para elaborar este producto, a pesar de todos los desafíos que sin duda plantea su procesamiento. El inicio de la producción está previsto para mediados de octubre, con volúmenes reducidos, escalando a los ritmos esperados a partir de enero/febrero.
UNA APUESTA DE SERVICIO
“Nuestro servicio aspira a apoyar la ingeniería en la preventa, para una planificación correcta del proyecto, la logística optimizada para los tiempos, la calidad del producto en obra y el control de calidad en el montaje”, explicaba a MADERA SOSTENIBLE el Director General de BOIX, Carles Martí-. Asumimos la importancia de una buena planificación de la oficina técnica para el diseño y flujo de trabajo óptimos. Planteamos incorporar un equipo de control de calidad en obra que asegure la entrega en el momento adecuado, incluso ajustándose a los cambios en los tiempos de la obra”.
PRIMEROS PASOS CON CLT
GRUPO BOIX capitaliza así su trayectoria de más de 50 años en el Berguedà, y su dominio de toda la cadena de valor, desde el monte hasta la transformación de la madera.
La madera peninsular, específicamente la que está en Cataluña, ha demostrado tener muy buena aptitud para productos como la madera laminada o CLT, según reflejan numerosas pruebas realizadas desde 2016. Sin embargo, presenta desafíos técnicos en su procesamiento, como problemas de curvatura y torsión al secarse, que limitan la cantidad de material apto para estos productos. Esta realidad influyó en la decisión estratégica de BOIX de empezar con CLT en lugar de viga laminada, ya que un mayor volumen de la madera disponible es apta para CLT. “Estamos hablando de unos 100.000 cúbicos al año, de los que 85.000 son aptos para CLT y 35.000 lo son para viga. Es lógico empezar por el producto en el que tienes más volumen de materia prima con la que amortizar la inversión”, aclara Carles Martí.
Estudios de mercado realizados entre 2019 y 2020, y actualizados posteriormente, identificaron un déficit de oferta para estructuras más sostenibles y de producto local en el mercado del CLT. El proyecto de BOIX se cimenta en el potencial de la madera de proximidad. De hecho ya han obtenido el certificado de garantía de sostenibilidad, proximidad y calidad CATFOREST, ligado a la certificación PEFC de gestión forestal sostenible.
PUNTOS CLAVE DE UN NUEVO ACTOR EN EL MERCADO DEL CLT
- El proyecto de CLT de BOIX se basa en una apuesta por el servicio como principal diferenciador en un mercado técnicamente maduro.
- La amplia experiencia y conocimiento de BOIX de la cadena de valor de la madera (monte, aserrado, transformación) es un punto fuerte clave.
- La madera local tiene buena aptitud para CLT, pero presenta desafíos en su procesamiento que afectan al volumen de material aprovechable.
- La decisión de empezar con CLT y no con viga laminada se basa en la lógica de amortizar la inversión con el producto con mayor volumen de madera apta.
- Existe un déficit de oferta de estructuras sostenibles y producto nacional en el mercado del CLT, lo que representa una oportunidad.
- Se prioriza la madera de proximidad, respaldada por la certificación Catforest.
- El inicio de la producción es inminente (mediados de octubre), con una escalada a pleno rendimiento a principios de 2026.